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Más de 1.700 títulos en Blu-ray

La primera noticia sobre el BD -lo llamaban el Disco Azul- la publicábamos en nuestro número 94, correspondiente al mes de septiembre de 2002. En ella decíamos que nueve fabricantes de electrónica de consumo (Philips, Samsung, LG Electronics, Thomson, Sony, Matsushita, Hitachi, Pioneer y Sharp) sumaban sus esfuerzos para fabricar una máquina que podría ser una realidad en 2005.

En nuestro país, esa realidad se produjo un año después. El 28 de junio de 2006, Sony DADC -empresa fabricante- y Sony Pictures Home Entertainment (distribuidora), hacían la primera presentación oficial del nuevo formato en Madrid. Y en el acto se daban a conocer las primeras películas en este soporte que saldrían a finales de ese año: "Ultraviolet", "Black Hawk derribado", "El Patriota", "El Código Da Vinci" y "Stealth". Todas ellas de Sony. Buena Vista, por su parte, que había decidido aliarse con Sony en esta nueva fase de nuestro mercado, anunciaba sus dos primeros títulos en dicho acto: "Kill Bill" y "Ladder 49".

Sony Computer anunciaba, además que el 14 de noviembre se pondrían en el mercado 100.000 consolas PlayStation 3, capaces de reproducir el BD y, que si se cumplían sus previsiones, habría en los hogares 200.000 al acabar la Navidad de 2006. Sony no se equivocó, e incluso superó las expectativas. Sin embargo, el reproductor BD, que se ponía por primera vez a la venta en esas fechas, apenas se vendió: la mayor parte se quedó en las tiendas o se devolvió a los almacenes de los fabricantes.

En el transcurso de los siguientes meses se produjo una lucha a muerte entre el BD y un aparato similar fabricado por Toshiba con el nombre de HD DVD, que esta marca presentaba en Madrid el 12 de septiembre de 2006. Un buen número de las compañías distribuidoras, a excepción lógicamente de Sony, apoyaban el modelo de Toshiba y anunciaban que sacarían películas en él (antes, habían anunciado que harían lo mismo en BD). La victoria se decantaría, finalmente, por el formato de Sony, que era apoyado por el 88% de los fabricantes de electrónica de consumo, además de por el 90% de los estudios de Hollywood y el 99% de las compañías españolas.

Con las cosas tan fáciles, en diciembre de ese mismo año, una plataforma denominada Club Blu-ray Disc dio a conocer sus plazos de introducción en el mercado español. Esa plataforma la formaban, entre otros, las distribuidoras Sony, Buena Vista, 20th Century Fox, Paramount y Warner; y los fabricantes Sony, Panasonic y Pioneer. Entre las primeras, todas anunciaron importantes lanzamientos de su producto cinematográfico en este nuevo formato. El Blu-ray tenía evidentes ventajas sobre el DVD: era un disco óptico de 12 centímetros de diámetro (igual que el cedé y el deuvedé), que contenía vídeo y audio de alta definición y podía almacenar datos de alta densidad.

Blu-ray era sinónimo de mayor calidad (de imagen y sonido, pues alcanzaba el 7.1); disponía de mayor capacidad (de 25 a 50 GB, es decir 6 horas de vídeo en alta definición más su correspondiente audio; y con posibilidades de alcanzar hasta 200GB); mayor interactividad (en cuanto a los menús, subtítulos, etc.) y mayor seguridad porque, entre otras cosas, incorporaba tres nuevos sistemas antipiratería (el AACS, el BD+ y el Rom Mark). Además, los aparatos reproductores eran totalmente compatibles con los sistemas deuvedé y cedé de entonces.

Las compañías que apoyaban el BD manifestaron un gran entusiasmo y creían que el cambio de formato (BD por DVD) iba a ocurrir de la noche a la mañana. Pero no fue así, entre otras cosas, porque el consumidor acaba de pasarse del VHS al DVD y no estaba dispuesto a gastarse más dinero en sustituir tan pronto su máquina o su disco. Quizá por eso, las compañías de "hardware" y "software" decidieron cambiar de marcha y darle todo el apoyo posible al DVD, que -no lo olvidemos- estaba implantándose por entonces.

Actualmente, la mayoría de las compañías estrenan ya sus películas tanto en formato BD como en DVD, lo cual supone un importante encarecimiento del producto (como ocurrió en su día cuando se lanzaban simultáneamente los títulos en VHS y DVD, mientras se efectuaba la transición entre un formato y otro). No obstante, cada vez son más los hogares que están adquiriendo reproductores BD, unas veces en sustitución de su viejo aparato DVD y otras por el simple gusto de cambiarlo debido al bajo costo de los reproductores.

También está influyendo en este despegue del BD, el crecimiento del apoyo publicitario y, quizá por ello, una mayor implantación de aparatos en los puntos de venta de las grande superficies. Pero, sin duda, la causa más evidente de este cambio de mentalidad del consumidor, venga marcado por una importante oferta de títulos de todo tipo y, sobre todo, por la disponibilidad en BD de casi todas las películas recién salidas de los estudios. Casi todas las que se producen en cualquier parte del mundo, se estrenan ya en ese formato y a un precio parecido al de la misma película en DVD.

En nuestro cuadro adjunto vemos que esa oferta es muy generosa en España para quien quiera ver cine en alta definición. Se trata de un catálogo de 1.478 películas y de 1.707 si sumamos los diferentes capítulos de las series que han merecido también sacarse en BD. Warner se lleva la palma con 413, seguida de Sony (348), Universal (234), Fox (190), Emon (132), Paramount (125) y Disney (112).

Lo mejor de todo es que se trata de novedades y lanzamientos recientes, aunque también están remasterizándose las películas más espectaculares de cada estudio para ofrecerlas en la mejor versión BD. Todavía, sin embargo, nos hallamos lejos de una plena penetración de este disco en nuestro mercado, que los más optimistas sitúan en 2015. Recordemos que el DVD, un formato absolutamente diferente del VHS, se mostró por primera vez en 1995 en París, pero hasta 1994 no desplazó al formato analógico (en España hasta 1996).

La buena noticia, insistimos, es que nuestro mercado ya tiene una oferta sustanciosa de títulos, en aumento cada semana que pasa. Las compañías están dispuesta a que el DVD sea historia cuanto antes, y para ello han dado un gran paso: permitir que las películas de estreno se alquilen en ese formato. Eso no era así hasta hace poco, pero a fuerza de insistir y antes la necesidad de masificar el disco HD, los productores y distribuidores han cedido, para bien, creemos, del mercado.

Se dice que el BD no es tan pirateable como el DVD. Está por ver. En estos momentos, sin duda, es más difícil manipularlo para introducir en él una película. Los costos son mayores. De todas formas, el peligro más inmediato del BD no es la piratería de sus discos, sino la que todavía viaja por su gran competidor en el futuro: internet.